Hoy os queremos hablar de otro de los bloques que vais a encontrar dentro del Método Homy: rutinas de tareas en el hogar para que la vida sea más sencilla.
Aprovechamos para recordaros que esta semana es la última de la preventa del método, así que si todavía no lo has hecho aprovecha, ya que estamos regalando un taller online para todos los que hagan su reserva en el mes de noviembre.
Cómo hacer las tareas del hogar: define cuáles son.
El primer paso que necesitamos dar en el camino de una gestión mejor de las tareas que llevamos a cabo en casa sería definir cuáles son las mismas.
Según el número de miembros de la familia, el tamaño de tu casa, el número de habitaciones, si tenéis mascotas… Las tareas serán unas u otras.
Por ejemplo, no es lo mismo hacer la colada para dos que para seis. O cocinar para tres que para cinco. Así que define cuáles son las tareas de tu hogar para poder planificarlas. Concreta después cuáles son diarias, semanales y mensuales. Te vendrá genial para hacer bien el el reparto cuando te sientes a planificar.

Definir nuestro tiempo de trabajo.
Igual que hacemos en nuestros trabajos fuera de casa, las tareas del hogar es importante medirlas en tiempo. Y, además, saber de cuánto tiempo disponemos cada día para dedicarnos a ellas.
Si los niños tienen toda la tarde de extraescolares el miércoles, quizá es el mejor día para dedicar a algo que nos lleve mas tiempo. Si, en cambio, los lunes apenas nos sobra un minuto, lo dedicaremos a la limpieza rápida de baños.
Ser realistas con el tiempo que tenemos disponible para el hogar nos ayuda a no absorber más de lo que podemos y a saber qué cosas sí que podemos hacer y cuáles son materialmente imposibles.
Dedicar un rato cada día a nuestra casa.
Siempre será mejor cuadrar tiempos y dedicar un rato cada día al cuidado de la casa que pasarnos el fin de semana siendo “esclavos” de ella.
Nosotras hacemos una estancia por día en cuanto a limpieza se refiere. Así siempre mantenemos un nivel de limpieza óptimo y no hacemos maratones interminables.

Limpiar y recoger un lugar ordenado.
Este punto es fundamental. No es igual limpiar y recoger un hogar ordenado que hacerlo en uno que es un verdadero desastre.
Si cada cosa tiene su lugar y este se respeta, cuando vamos a limpiar no tenemos problemas. Lo mismo que si recogemos las cosas cuando las utilizamos, el tiempo dedicado a la casa se reduce a menos de la mitad.
Ya os hemos hablado y os hablaremos sobre los efectos del orden en nuestra vida, pero este es uno de ellos.
Disfruta de las tareas.
Y no, no decimos que sea divertido planchar o fregar los platos. Pero el caso es que todas las tareas del hogar las vamos a tener que hacer todos los días de nuestra vida.
Todos.
Así que mejor si no nos lo tomamos como una carga y una lucha sino como un momento más del día. Aprovechad para poneros esa canción que tanto os gusta, un podcast que os acompañe o esa serie que se os resiste porque no encontráis el momento de verla.
Haced de esos momentos algo entretenido.

La regla del mantenimiento.
Lo más importante de todo es no dejar que se nos acumule. A veces será inevitable, lo sabemos. Pero la procrastinación de las tareas del hogar solo nos llevará a tener más trabajo el fin de semana y menos tiempo de ocio con los nuestros.
Por eso somos muy «amigas» de las rutinas. Todo lo que consigamos convertir en rutina formará parte de nuestro día a día.
Reparto de tareas: cómo hacer las tareas del hogar en familia.
Ahora bien, la casa es cosa de todos los miembros que en ella viven. Esta es una de las partes más importantes, pues no es igual recoger cosas de cinco personas que las tuyas propias.
Si todos los miembros de la familia participan de una forma u otra en el mantenimiento de ese orden y limpieza, más aún veremos reducida la carga mental y tiempos de trabajo.
En cuanto a las tareas con niños, en el libro tenéis un capítulo dedicado exclusivamente a ello. Sin embargo os adelantamos que, no sólo es posible, sino recomendable en todos los aspectos.
Con cada cosa nueva que aprenden desarrollan sus habilidades y, además, les estamos educando en el respeto por los demás y por todos los miembros de la familia con la que convives.
Conoce tu hogar y disfruta de cuidarlo.
Quizá llegar a disfrutar de las tareas del hogar es algo idílico. Sin embargo, si llevamos una rutina que no nos ahogue, podemos empezar a verlas como otra forma más de cuidarnos y de cuidar a los nuestros.
Entre todos ponemos de nuestra parte para vivir en un hogar ordenado, limpio y feliz. Y, entre todos también, conseguiremos que el tiempo dedicado a él sea equilibrado para poder disfrutar de nuestra vida personal.
¡Nos vemos la semana que viene!
El equipo Homy.